sábado, 31 de julio de 2010

Salutación angélica (César Vallejo)

Eslavo con respecto a la palmera,
Alemán de perfil al sol, inglés sin fin,
Francés en cita con los caracoles,
Italiano ex profeso, escandinavo al aire,
Español de pura bestia, tal el cielo
Ensartado en la tierra por los vientos,
Tal el beso del límite en los hombros.

Mas sólo tu demuestras descendiendo
O subiendo el pecho, bolchevique,
Tus trazos confundibles,
Tu gesto marital,
Tu cara de padre,
Tus piernas de amado,
Tu cutis por teléfono
Tu alma perpendicular a la mía
Tus codos de justo
Y un pasaporte en blanco en tu sonrisa.

Obrando por el hombre, en nuestras pausas,
Matando, tú, a los largo de tu muerte
Y a lo ancho de un abrazo salubérrimo,
Vi que cuando comías después, tenías gusto,
Vi que en tus sustancias creció yerba.

Yo quisiera, por eso,
Tu calor doctrinal, frío y en barras,
Tu añadida manera de mirarnos
Y aquellos tuyos pasos metalúrgicos,
Aquellos tuyos pasos de otra vida

Y digo, bolchevique, tomando esta franqueza
En su feroz linaje de exhalación terrestre:
Hijo natural del bien y del mal
Y viviendo talvez por vanidad, para que digan,
Me dan tus simultáneas estatuas, mucha pena,
Puesto que tú no ignoras en quien se me hace
Tarde diariamente,
En quién estoy callado y medio tuerto.



Tomado de:
Vallejo C. (1965) (1993) Obra Poética Completa, Casa de las Américas, La Habana: Cuba. Págs.: 173-174.

domingo, 9 de mayo de 2010

Roque Dalton, tras 35 años de su muerte


La muerte del poeta salvadoreño Roque Dalton, ejecutado por sus compañeros guerrilleros, salpica 35 años después a los presidentes de El Salvador y México. Los hijos del poeta reclaman a esos gobiernos tener como colaboradores a dos de sus verdugos.

El 10 de mayo de 1975, el reconocido poeta centroamericano fue ejecutado por orden de la dirección del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), al que pertenecía, acusado de insubordinación y de ser agente de la CIA. Sus restos no han sido encontrados hasta ahora.

Jorge (cineasta) y Juan José (periodista) Dalton exigieron esta semana al presidente Mauricio Funes que destituya a Jorge Meléndez, actual director de Protección Civil del Ministerio de Gobernación, por haber sido uno de los ejecutores del escritor. Los hermanos Dalton se desvincularon de los homenajes con que el Gobierno va a conmemorar la memoria de su padre.

“No vamos a permitir homenajes a Roque Dalton, cuando hay esta incongruencia ética de tener en el seno del Gobierno a uno de los implicados en la muerte de mi padre”, dijo Juan José.

Informaron además sobre el envío de una carta al presidente de México, Felipe Calderón, por tener entre los asesores en la lucha contra el narcotráfico a Joaquín Villalobos, otro ex comandante guerrillero involucrado en la muerte de Roque Dalton.

Este es el primer aniversario de la muerte del poeta, con El Salvador bajo el poder del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), integrado en 1980 por el ERP y otros cuatro grupos guerrilleros.

Los hermanos Dalton reclamaron además al Gobierno y al FMLN que se investigue el paradero de los restos del poeta, que se esclarezca todo lo ocurrido en torno al crimen y que se pidan disculpas públicas a la familia y al pueblo salvadoreño.

“No sabemos dónde están los restos de mi padre, y en este país no hay un solo monumento a su memoria (') Han venido escritores como José Saramago y Eduardo Galeano, o el cantautor Silvio Rodríguez y preguntan dónde está la tumba de Roque Dalton”, criticó Juan José Dalton.

El presidente Funes, con quien la izquierda llegó al poder el 1 de junio del 2009, replicó que el legado cultural del ‘poeta rebelde’ ya no pertenece a la familia, aunque precisó que respeta y comparte su dolor. “Roque Dalton es del pueblo salvadoreño”, dijo Funes, un antiguo periodista, “es la esencia de nuestra expresión cultural y por lo tanto es patrimonio del pueblo salvadoreño”.

Añadió que no va a cesar a Meléndez, conocido como el comandante ‘Jonás’ en el ERP, porque ello atentaría contra el derecho a la presunción de inocencia y no ha habido ninguna investigación que lo inculpe de la muerte del intelectual.

Dalton, el poeta más emblemático y reconocido de El Salvador, gozó de fama especial en los años 60, cuando formó parte de un grupo único de escritores latinoamericanos, como los argentinos Julio Cortázar y Juan Gelman, los uruguayos Mario Benedetti y Eduardo Galeano, o el colombiano Gabriel García Márquez.

Su combativa oposición a las dictaduras de entonces lo condujo a la cárcel en 1960 y al exilio ese mismo año, vivió en México. Sus obras más importantes incluyen ‘La ventana en el rostro’, ‘Taberna y otros lugares’, ‘Miguel Mármol’, ‘Pobrecito poeta que era yo...’, ‘Poemas clandestinos’ e ‘Historias prohibidas del pulgarcito’. En 1973 reingresó clandestinamente a El Salvador y se sumó a las filas guerrilleras del ERP.

Cuando era corresponsal de IPS y otros medios latinoamericanos, Juan José Dalton entrevistó en 1993 a Joaquín Villalobos, comandante del ERP y después del FMLN, quien le reveló su participación y la de Meléndez en el proceso y la decisión de ejecutar a su padre. “Fue un tremendo error”, dijo Villalobos en el testimonio.

Esta misma semana, la publicación digital Contrapunto, dirigida por Juan José Dalton, entrevistó a Meléndez sobre la muerte del poeta. Meléndez se mostró orgulloso de haber integrado la dirección del ERP: “Yo no recuerdo el asesinato de Dalton, lo que recuerdo es un proceso político, en el que hubo muertos (...) Yo estuve ahí y sé lo que pasó, yo tengo mi interpretación y tengo que decir la verdad que a mí me corresponde”, agregó.

Los hermanos Dalton insisten que su familia tiene testimonios de ex combatientes que afirman que Villalobos y Meléndez formaron parte del comando que eliminó al escritor, cuya muerte se recordará mañana.


Fuente:

Diario El Comercio (QUITO, ECUADOR): http://www.elcomercio.com/2010-05-09/Noticias/Cultura/Noticias-Secundarias/EC100509P33ROQUE.aspx

martes, 6 de abril de 2010

Vida Pasión y Muerte del Antihombre. I (Pedro Geoffroy Rivas)


Nascencia en el paisaje igual a siempre y olvidado siempre,
Incierto, de cenizas amarillas y dulces,
Idéntico a sí mismo desde hace quién sabe cuántos vagos y ardorosos milenios,
Ecuación desmedida en el preciso instante en que el grito y la sangre se confunden,
Allá
Cuando mi madre era más bella entonces
Que todos los huertos frutecidos en el sueño con hambre de los hombres.

Milagrosamente,
Mi corazón de nube desató sus silencios
Y mis ojos con nidos donde van y vienen mariposas y velas,
Estremecieron la luz al deshojar la planta sin nombre de un recuerdo.

Entonces fue,
En lo más hondo de su tierra,
Entre limos de angustia, despiadados torrentes y lejanos misterios,
En vuelcos trascendentes desahogando sus ríos,
La renuncia fatal,
La escisión fragorosa que se quedó entre los dos como un secreto
Como si alguien nos arrancase un sueño de repente
Y el socavón oscuro quedara empapelado de tristeza.

Con un afán de árboles,
Ella desenterró sus muertos para esta mi vida en que culminan diez millones de vidas,
Crucificó su sombra en el corte de todos los caminos para mi anhelo alzado y sin fronteras
Y nutrió mis raíces en el hueco de una vieja nostalgia de ojos madrugados.

Y fui yo solo entonces a taladrar mi brecha,
Prolongando un dolor que me llegaba nadie sabe de dónde,
A llenar mi destino de ser apenas un jalón en el sueño,
A pulir mi diamante, a descubrir mi pozo,
A levantar muy alto unas cuantas banderas de alegría.

martes, 7 de abril de 2009

ONíRIco

El amor es el monstruo que desmenuza las almas,
Es un demonio disfrazado,
Una bebida que se endulza con los labios.


Yo que he jurado no volver al pasado.
Me encuentro caminando sobre el cangrejo
En esos días hermosos que por todos sólo son seis.
Frente al meteorito 041207
De Saint dice que lo maravilloso del desierto ERES TÚ
Sólo he sentido el pavor al pie de tu mirada.
Al calor de ese ideal contagioso de querer decir que la sangre mía recorre las venas terrestres.
Mis pupilas están emparedadas de tu fotografía que se rasgan con la lluvia de cristales de sal.
La plata se ha tragado mi rostro y eres tú, mirándome fijo, sacando de tu aljaba un aliento viviente.
¡De quién me he enamorado!
¿Del amor o de tí?
¿A quién le cuento de mi dicha de amarte y de la desdicha de esta lejanía? ¿Sufrir es amar?,
¿qué me dices tú?,
¿sufres?
Anoche visité un lugar extraño sólo recuerdo que era una Basílica situada en el bajo mundo, donde las huestes malignas se disfrazaban de hombres y la fiereza de su odio los volvía prisioneros de venganzas sin razones.
Lo miré desde arriba, desde una especie de altillo de madera podrida.
Todo estaba envejecido allí.
Unas llamas alumbraban una vieja vestida de andrajos y todo el lugar era envuelto por un ambiente gótico.
Estaba hundido un pensamiento de crisis.
Repentinamente apareció un acompañante sin cuerpo, me guió por un sendero de astillados y llegamos a un cafetal moribundo, con hojas amarillas y árboles llenos de hormigas.
Bajo nuestros pies había restos de aserradero.
Al caminar tronaban los astillones asesinados por un sol que en ese momento estaba vestido de nubes extrañas.
Fijé la mirada en una camisa andrajosa, era de una lona resistente tal vez en algún tiempo, porque para ese momento estaba podrida, rota y con un color de sangre de tiempos.
Cuando me acerqué, pude reconocer un enorme hueso que estaba cubierto por ella.
Por un momento pensé en hacerme un collar, pero para mi sorpresa, había una gran cantidad de esqueletos en diferentes posiciones, sus huesos estaban resecos, casi llegando a la podredumbre.
Eran demasiados como para ser una casualidad.
Yo estaba allí porque te andaba buscando.
Seguí caminando y me encontré con una rama reverdecida.
Estaba tan hermosa que me propuse contemplarla por unos minutos, luego tomé sus suaves hojas y cuando la levanté encontré otros cuerpos, pero esos estaban recién tirados ya que tenían sus carnes todavía.
Salí corriendo en busca de ti.
El mundo estaba desolado y el sendero que iba recorriendo tenía una tupidez de alambres de púas que me ocasionaba una gran desesperación.
Llegué a un parque solitario, las hojas eran empujadas en una cuneta por un viento tibio, el kiosco envejecido con musgos muertos que le brindaban el verdadero abandono, en la punta rechinaba una campana completamente oxidada.
Como se imaginarán era una pesadumbre soportar el hermetismo de ese espacio inerte.
Pero la suerte me premió al escuchar unas voces que provenía de la vieja iglesia.
Me dispuse entrar, pero no pude por la parte delantera, ya que las gradas estaban abultadas y rajadas, parecía que las habían destruido con bolas de acero.
Entonces tomé un atajo para llegar por la puerta trasera y estaba una monja de aspecto raro.
Su rostro tenía miles de arrugas, pero sus manos parecían tan tiernas y cuidadas que llegué a pensar que eran de una quinceañera.
Le pregunté por ti y con una voz temblorosa me contestó que venías de camino.
Me sentí un poco tranquilo y me recosté en una grada.
Apenas cerré los ojos y escuché unos pasos.
Me puse en pie y me di cuenta que era un familiar que estaba muy triste y me dijo que mi hermano andaba drogado.
Yo no dije nada y él me volvió a decir que siempre estaba así.
Se fue.
Me dolió tanto porque cuando me dio la espalda lo desconocí pues yo te buscaba a vos y estaba seguro que a ellos siempre los he tenido cuando he querido pero a vos no.
Una niña salió de la iglesia, mas bien parecía una enorme sala de despacho de correo.
Me dijo que ya habías llegado y quise entrar, ya sabes que era por la emoción de querer verte.
La monja me impidió entrar y me dijo que te estabas cambiando.
Por inercia me dispuse ir a casa.
Cuando llegué, pregunté por vos, sentí que era estúpido porque sabía que te estabas cambiado en la iglesia, pero me sorprendí cuando me dijeron que estabas adentro.
Quise razonarlo pero la emoción no me permitió e impulsado por mi deseo entré a buscarte y me dijeron que estabas en un cuarto, cuando me dirigía a la habitación me detuvo la misma monja de la iglesia y me dijo que estabas dormida y que cuando despertaras me verías.
Me dio tanto sentimiento que se me hizo un nudo en la garganta porque yo sólo quería verte y llenarme los ojos de tu imagen.
Salí y sin contenerme lloré y lloré bajo un árbol de almendro que no tenía hojas. Desde ahí contemplé la montaña pedregosa, el jaragua seco y la casa donde yo vivía. Sabía que estabas adentro.
Y es que de alguna manera o de todas formas debes saber que te has metido tanto en mis seres queridos, que ellos te cuidan y te protegen, por una parte con un gran escudo divino de plegarias y deseos de los más maravillosos.
Te aman tanto que te ven como a una hija y la verdad, yo no siento celos pues lo único que he estado deseando es verte.
Aparte de todo eso, me he dado cuenta que hay una gran oposición, es decir una manera de obstáculo para que nos podamos ver.
Una vez, recuerdo tu voz llevando al infierno a ese espíritu que me ha poseído y le pediste perdón porque lo expusiste al peligro.
Quiero saber si en verdad Satanás te besó.
Yo lo veo como una manera de interposición, porque en realidad eso no pudo ser cierto.
Creo que muchas veces somos agobiados por las circunstancias y sin sabores de la vida y te entiendo perfectamente las veces que me has dicho que has sufrido mucho.
Imagina que todo eso estaba pensando cuando estaba recostado en el árbol de almendro.
Estabas cansada, eso lo comprendo a perfección.
Sólo te pido perdón por mi insistencia en querer verte, ya que ahora no estoy bajo el almendro estoy y he estado en muchísimos lugares diferentes pero lo que no deja de ser diferente es el deseo de verte nuevamente.
Lo pienso muchas veces y me doy cuenta que tú no existes si no hay amor, y que el amor no existe si no estás tú.

Alex Vásquez
EROPOTORIA

El aire dibuja fragmentos de ecos videntes
Feroz bendición el choque de mil calles
Que se alisan por la lluvia de dos cielos.

Unos labios buscan oro en los 26 segmentos
De un humano inconcluso.

La rama expiatoria
Abre las entrañas
Al injerto exótico de Marte
Y en los ojos
Boca y pene
Están los dedos de un dios
Dibujando ánimas mundanas

Alex Vásquez

domingo, 21 de septiembre de 2008

POÉTICUS

ORACIÓN A LA SABIDURÍA
MINERVA NUESTRA
QUE ESTÁS EN LOS LIBROS,
CONCRETIZADO SEA TU NOMBRE,
VENGA TU PRAXIS,
HÁGASE LO QUE PREDICAS
EN LA ESCUELA
COMO EN LA "U"
DADNOS HOY
NUESTRO SABER DE CADA DÍA.
NO PERDONES EL ACADEMICISMO,
COMO TAMBIÉN NOSOTROS
NO PERDONAMOS
EL DOCENTISMO.
NO NOS DEJES CAER
EN EL FORMALISMO
Y LÍBRANOS
DEL DOGMATISMO
POR LOS CICLOS
DE LOS CICLOS...
ASÍ SEA.
DESDE ALGÚN LUGAR DEL "BOONKER"NOVIEMBRE DEL 88

POÉTICUS

SOÑADORES

Sed sensibilidad social
siempre será sagrada,
sabiendo sabio sentimiento,
somos suscriptores sustanciales...
Soslayamos, sobretodo,
signos superioridad sospechosa,
sometimiento, sadismos sedentarios somnolientos,
santo seña: subterfugio subliminal.
Solidario, solícito socavas sagazmente
síndrome secular:
sátrapas sicarios sin suplicar silencio,
secuencian sumarísimo suplicio...
sabidillos sacrílegos santos-santos
secuaces, saqueadores, sicópatas, siniestros...
Siempre seremos, sí,
seguidores sensatos, sin sectarismos sediciosos;
seductivo semejante, señalará sendero.
Simbolismo sentimental segrega
suspiros servibles, sinceros;
sosiego sorpresivo supone
sutileza sempiterna, serena... santificante.
Soñadores soñaremos sueño
solidaridad sacratísima... Siempre, siempre, sea, siempre.



Tonypeña, mayo, invierno MMIII